Dos jefes de servicio advirtieron sobre las graves consecuencias de las nuevas avanzadas del Gobierno de Javier Milei.
La situación del Garrahan es dramática. En las últimas semanas hubo una “sangría” de profesionales. El promedio así lo muestra: cada día un profesional renunció a su puesto de trabajo para ir a buscar una vida mejor en otro lugar. Sin embargo, el Gobierno de Javier Milei tomó una decisión combativa. En lugar de atender el reclamo, avanzó con cambios en el estatuto de los residentes, limitando aún más derechos.
Mauro García, coordinador médico de la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital, fue contundente al describir el escenario. “La situación sigue siendo exactamente la misma: de gravedad. En realidad, está peor. Porque estamos sin respuestas a todos los planteos, la situación se pone cada vez más tensa”, afirmó.
Detalló que “en los últimos 15 días se han ido 14 profesionales”. Y subrayó: “Esto muestra la sangría de gente a la que se está exponiendo el hospital. Yo trabajo desde hace 27 años, soy el jefe de una de las cinco áreas de terapia intensiva. Elegí estar en este lugar y nunca vi semejante situación en la administración del hospital en la historia”.
Sobre los cambios que impulsa el Gobierno en el sistema de residencias, donde se busca llevarlo a un plano de becas de capacitación y no a un marco de desarrollo laboral como en la actualidad, cuestionó con dureza: “Lo de los residentes es una locura, es un retroceso”.
García explicó que se trata de una reforma que implica quitar derechos básicos. “Decir ahora desde Salud que el sistema de formación tiene que dejar de tener aportes y cobertura es un retroceso infernal. Es una situación desastrosa”, afirmó.
Para García, el objetivo del Gobierno es mucho más profundo: “Ellos hablan desde una vista monetaria. Igual, yo creo que van por la salud pública. A nosotros no nos aumentan el sueldo. Dejan que la gente se vaya. Estos dos mensajes dejan en claro uno: quieren la destrucción de la salud pública”.
“Una empresa que hoy está en riesgo”
Pedro Zubizarreta, jefe del Servicio de Hematología y Oncología del Garrahan, advirtió que los cambios impulsados por el Gobierno apuntan a despojar de derechos y condiciones a quienes se forman dentro del hospital.
“Nos estamos enterando ahora. Lo que pretenden es dejar de considerar o tomar a la residencia como un trabajo y convertirlas en becas”, explicó.
Precisó que, bajo esa lógica, los residentes dejarían de tener un vínculo laboral. “Son estipendios que no tienen una relación contractual laboral. Se transforman en algo que hace perder dignidad al trabajo médico. Los residentes son médicos con matrículas y trabajan como tales”, remarcó.
Señaló que esa redefinición es parte de un esquema que atenta directamente contra la calidad del hospital: “Lamentablemente se está yendo gente del hospital por los bajos salarios. Esto va en detrimento de lo que veníamos siendo como hospital”.
Finalmente recordó el recorrido de tres décadas acompañando el crecimiento del Garrahan. “Yo este año me estoy jubilando y lo vivo como una empresa colectiva que siempre fue por más, por mejores trabajos, mejores resultados. Todo este tiempo fuimos avanzando y verlo con riesgo de destrucción es doloroso”, aseguró.
En el mismo sentido, la diputada nacional por la Coalición Cívica, Marcela Campagnoli, aseguró que “están vaciando al mejor hospital de la Argentina”.
“Del Garrahan hoy salió en el Boletín Oficial una precarización total para los residentes que los obliga a no tener más sus derechos como empleados del Ministerio de Salud y pueden optar por tener una beca -que no tenes ni aportes ni obra social- o que tengas un cargo de la institución”, señaló.
“Es una desgracia porque es un hospital escuela, que ayuda a niños de todo el país en temas de salud y esto es lo que se está haciendo. Es un vaciamiento del mejor hospital que tiene la Argentina y no solo acá, sino en el mundo”, sentenció.
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