CULTURA
3 de febrero de 2022
Las canciones eternas: MARÌA ELENA WALSH.

Por Andrea Fruttero.- Considerada un “mito viviente”, prócer cultural y blasón de casi todas las infancias. Esta dramaturga, guionista, narradora o cupletista como le gustaba que le dijeran habita desde siempre en el mundo de los niños y grandes.
Considerada un “mito viviente”, prócer cultural y blasón de casi todas las infancias. Esta dramaturga, guionista, narradora o cupletista como le gustaba que le dijeran habita desde siempre en el mundo de los niños y grandes.
Es difícil escribir sobre ella y no sentir la emoción de sus cuentos rondándonos y trayéndonos la imagen de nuestra madre, de nuestros propios hijos y sobrinos ayudando en la ronda de sus maravillosas canciones para grandes y para niños.
Había nacido el 1 de febrero de 1930 en Ramos Mejía y su fallecimiento data del 10 de enero de 2011 en Buenos Aires. Su pareja fue Sara Facio, fotógrafa de reconocida trayectoria, desde 1978 hasta la muerte de María Elena.
Hija de Enrique Walsh de ascendencia inglesa e irlandesa y Lucía Montalvo, de ascendencia criolla y andaluza. “Me crie dentro de lo que se llama clase media, es decir ni rica ni pobre. Mi casa era muy grande, con jardín, con patios, árboles frutales, gallinero, perro, gato, canarios, tortuga, bicicletas, libros y pianos”.
Estudió Bellas Artes y se dedicó tempranamente al teatro y a la canción tanto como compositora como autora musical. Su primer obra, un libro de poemas, que publicó con tan solo 17 años, fue elogiado por Juan Ramón Jiménez y Jorge Luis Borges.
María Elena fue la heroína de grandes y chicos creó personajes y canciones memorables como “la tortuga MANUELITA, LA REINA BATATA y EL MUNDO AL REVÉS”.
Es la cultura argentina la que la recuerda a esta intelectual, escritora y feminista que revolucionó la literatura infantil.
Los más grandes pudieron disfrutar de se faceta de folclorista y poeta, su lenguaje audaz y sensible que no pierde vigencia generación tras generación: El mundo del revés, Dailan Kifki, son algunos de los personajes y libros que –atravesados por la prosa poética- CONQUISTÓ A TODOS.
A LOS 14 AÑOS EMPEZÓ A PUBLICAR POEMAS EN La Nación, Anales de Buenos Aires y en Sur bajo la dirección de Victoria Ocampo, con quien entabló una amistad que sería para siempre.
En 1947 su libro de poesías, “OTOÑO IMPERDONABLE”, obtuvo el primer premio Municipal de poesía. Celebrado por Pablo Neruda y Juan Ramón Jiménez, quien la invitó a pasar una temporada en Maryland, Estados Unidos. Tres años después regresó a Buenos Aires y lanzó “Baladas con Ángel.
Cuenta Gabriela Massuh: “María Elena transitó los clubes nocturnos de París cuando se fusionó con Leda Valladares en un dúo pionero que las hizo recorrer Europa rescatando música tradicional del norte argentino, cuestión que la fascinaba y la hacía infinitamente feliz.
Ella decía que uno de los momentos más recordados de su vida fue cuando se subió al Maipo con vedettes”, relató.
En el libro “Fantasmas en el parque” (2008) un texto con fuerte sello autobiográfico, la autora de “Como La Cigarra” entre tantos poemas, cuentos y cantos de culto en Hispanoamérica confesó: “Sara no es ninguna hermana, es mi gran amor”.
Gracias al impulso de la directora de televisión María Herminia Avellaneda, María Elena incursionó en la escritura de guiones para distintos formatos, entre los que se destaca la creación del “Varieté” para niños, con dos espectáculos de un éxito inédito hasta el momento: canciones para mirar, de 1962, y Doña Disparate y Bambuco de 1963. Este suceso le abrió las puertas de las compañías discográficas, para las que grabó sus primeros discos como solista. Canciones para mirar, Canciones para mí; El país del Nomeacuerdo y Villancicos. A partir de mediados de la década de 1960 comenzó a escribir y publicar libros que serían desde entonces clásicos de la infancia, presentes en miles de hogares argentinos: Zooloco, Cuentopos de Gulubú, Versos para cebollitas y chaucha y palito, entre tantos otros.
Con la restauración de la democracia en 1983, tras la superación de un cáncer, María Elena participó de proyectos políticos y culturales y creó el ciclo televisivo La Cigarra (junto a Susana Rinaldi y María Herminia Avellaneda).
Abanderada y pionera de las luchas feministas, sentó varias veces a lo largo de su vida una posición clara a favor de la igualdad de derechos, de la que muchos de sus textos periodísticos y literarios dan testimonio.
CITAS DE MARÍA ELENA:
>Quiero tiempo…pero no tiempo apurado. Tiempo para jugar, que es lo mejor. Por favor me lo da suelto y no enjaulado adentro de un despertador.
> Yo no soy bailarín porque me gusta quedarme quieta y sentir que mis pies tienen raíz.
>Aprendí que una nuez es arrugada y viejita, pero puede ofrecer mucha, mucha miel.
>Cuando las palabras no son mejores que el silencio, es mejor no pronunciarlas.
>Con esta moneda me voy a comprar un ramo de cielo un pico de estrella, un sol de verdad, un kilo de viento y nada más.
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