GOLPE
23 de marzo de 2012
Memoria, Verdad y Justicia

Por Dip. Juan Carlos Juárez
(AGP).- (La Plata).-El miércoles 24 de marzo de 1976: un nuevo golpe militar. Uno más en la larga cronología de cuartelazos que signaron nuestra historia política en el siglo XX. Un golpe de Estado que no fue uno más, fue el más sangriento que nuestra historia recuerde.
El Proceso de Reorganización Nacional –eufemismo con que se denominó al golpe-, significó un quiebre en la historia institucional del país. Claro que, sin dudas, más allá del engaño del nombre, los militares encabezados por Videla, Massera y Cia. produjeron el mayor socavamiento social, político y económico del que tengamos memoria. A partir de ese momento efectivamente hay un nuevo proyecto de Nación. Obviamente, nuevo para mal de las grandes mayorías. Pero sin dudas novedoso. Este proceso instaló como práctica habitual el de la eliminación del adversario político aplicando el “terrorismo de estado”.
Dos generaciones fueron diezmadas produciendo un vaciamiento que aún hoy 36 seis años después no se ha podido recuperar. El 24 de marzo se recuerda el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia. Esta búsqueda de la verdad se inicio el 10 de diciembre de 1983 con la asunción del Dr. Raúl Alfonsín a la presidencia de la Nación. Él fue y no otro fue quien inicio el camino de la reivindicación de los derechos de todos los argentinos; cuando aún los genocidas y sus cómplices poseían poder de fuego y de manipulación. Con la sanción del Decreto 158/83 que ordenaba el enjuiciamiento de las juntas militares. Se inicio un proceso inédito en América y el resto del Mundo no hay antecedentes iguales hasta la fecha. Ante la inacción del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, el 4 de octubre de 1984 la Cámara Federal porteña tomo la decisión de hacerse cargo de dichos procesos judiciales.
Fue la primera vez en las historia de los “golpes militares” que sus responsables fueron juzgados por la justicia civil. El debate desnudó para la opinión pública el terror que muchos argentinos pasaron durante la dictadura, allí se supo de secuestros, tormentos, desapariciones, robos de bebes, supresión de la identidad de las personas, y todas las violaciones de los derechos humanos que nos podamos imaginar.
Lo que hoy recordamos no es la saña de unos cuantos fundamentalistas, que manejaron el país con mano de hierro; es el inicio de un cambio enorme en la historia político-ideológica y cultural. Luego de la dictadura, con el terror que dejó la guerra sucia, con la cultura del silencio que ello trajo como resultado, las condiciones estuvieron dadas para la profundización de esos planes de achicamiento del Estado, de veneración de la privatización, de apología del individualismo, y de grandes negocios para muy pocos. Fue una pequeña porción de la población la que recibió los frutos de este terrorífico cambio; para la gran mayoría significó más hambre, más postración. Y para grandes sectores urbanos de clase media significó la pérdida de los beneficios conquistados en varias décadas de acumulación.
El símbolo de la Lucha en las peores circunstancias, son Las Madres de Plaza de Mayo; la APDH y todos aquellos que desde su lugar no callaban en la noche oscura que envolvió a la Argentina entre Marzo de 1976 y 1983.
Hoy Más que Nunca reivindicamos la democracia como el mejor de todos los sistemas que puedan gobernar un país. Memoria para no dejar escapar la Verdad y Justicia para todas las Víctimas de la dictadura.
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