7 de julio de 2011
Tomada: "Me entusiasma someterme a la voluntad popular, pero haré lo que diga la Presidenta"

El candidato a vicejefe del FPV fustigó a Macri y detalló sus propuestas, pero admitió que seguiría siendo ministro de Trabajo si Cristina se lo pidiera.
Carlos Tomada es uno de los pocos kirchneristas históricos que sigue donde estaba en 2003. Y se le nota a la legua que le gusta que así sea. En pocas horas más, competirá para cambiar su traje de ministro de Trabajo por el de vicejefe de gobierno porteño. De todas formas, su fidelidad al "proyecto" podría dejarlo donde hoy está.
El compañero de fórmula de Daniel Filmus recibió a lanacion.com en su casa de Palermo. Criticó con dureza la gestión de Mauricio Macri y buscó mostrarse propositivo. Incluso habló de medidas a tomar en la ciudad "a partir del 11 de diciembre".
Admitió sin embargo que, aun si los porteños deciden que Filmus sea el próximo jefe de gobierno, su futuro político dependerá de lo que decida Cristina Kirchner: no descartó seguir al frente de la cartera laboral si la Presidenta resulta reelecta y le pide que así sea. Y lo hizo con una frase calcada de la que la jefa del Estado usó el día que anunció su decisión de ir por la reelección.
- ¿Por qué deberían los porteños votarlos a Filmus y a usted?
- Porque expresamos claramente la posibilidad de que mejore la vida cotidiana de la ciudad de Buenos Aires. Porque hace cuatro años que la vida de los porteños o no cambia o empeora. Después de promesas de que venían la no política y la gestión, les preguntaría a quienes viven en Buenos Aires en qué mejoró su vida. Nosotros tenemos los antecedentes y las convicciones suficientes como para que la ciudad cambie. Expresamos a una fuerza que ha transformado muchos aspectos de la vida de los argentinos. Buenos Aires necesita entrar en esa dinámica.
- ¿Cuál es el mayor riesgo de que Macri siga gobernando la ciudad?
- Que no pase nada. Que dentro de cuatro años tengamos los mismos problemas que teníamos hace cuatro años. No hay una propuesta concreta por parte de Pro. No voy a decir que Macri no hizo cosas, pero todas son incompletas e insuficientes. Siempre tanteando, sin rumbo. Así, una ciudad como Buenos Aires no crece. Y no crecer en medio de un país que avanza es retroceder.
- ¿Cuál es el mayor acierto de la gestión de Macri?
- El intentar.
- Deme un ejemplo.
- Todo lo que se pueda hacer para facilitar el desplazamiento del transporte público me parece importante, lo haya hecho quien lo haya hecho.
- No le endilga falta de voluntad entonces.
- Diría más bien que le escasea la voluntad, aunque lo peor es la falta de gestión. La ausencia del Estado tratando de poner mayor equidad e inclusión es evidente. A veces los escucho a Macri o a [la candidata a vicejefa, María Eugenia] Vidal y me preocupa. Hablan de cosas que no existen, que no ocurren. Y la gente ya no les cree. Los escuchan hablar de hospitales públicos mientras avanza el deterioro, los presupuestos disminuyen y se subejecutan.
- ¿Realmente piensa que la gente ya no les cree? ¿Por qué sigue primero en las encuestas?
- Creo que hoy se está conformando una mayoría diferente en la ciudad. Puedo admitir que en 2007 Macri logró atraer a una parte importante del electorado con promesas que después incumplió. La gente ve esos fracasos de gestión, los vive cotidianamente.
- ¿Cuál es el mayor déficit de la gestión Macri?
- El desdén por lo público, el desprecio por una sociedad más integrada. Pero la verdad, no quisiera hablar tanto de Macri.
- ¿Por qué no?
- Porque Macri ya fue. ¿Qué voy a agregar yo a lo que la gente sabe?
- ¿Y de que sí le gustaría hablar?
- De lo que vamos a hacer con Daniel a partir del 11 de diciembre.
- ¿Qué van a hacer?
- Vamos a hacer las 50 escuelas que creemos imprescindibles, más los jardines maternales. Hay que terminar la autopista ribereña. Tenemos por delante ocho años más de crecimiento: si no hacemos algo en materia de transporte y de tránsito, Buenos Aires colapsa. La cantidad de autos que ingresa a la ciudad tiene que disminuir. Tenemos que avanzar con la red de subtes, pero prometiendo lo que estamos en condiciones de hacer: prolongar dos o tres líneas y hacer otra línea que una a todas. El otro gran tema es el área Metropolitana. No podemos seguir creyendo que la General Paz es un pozo profundo. El 70 por ciento de los problemas que tiene la ciudad se resuelven en conjunto con la provincia de Buenos Aires. Esto es algo que no podemos desperdiciar. Y no pueden ser medidas aisladas. Tiene que haber algún tipo de autoridad que coordine ese trabajo de manera sistemática.
- ¿Si resulta elegido, va a asumir en la ciudad o seguirá como ministro de Trabajo?
- Me entusiasma mucho la idea de gobernar Buenos Aires.
- ¿Va a pedir licencia en el ministerio entre julio y diciembre?
- Mi responsabilidad institucional, que es la de ser ministro de Trabajo, fue, es y seguirá siendo lo más importante hasta el día que termine la gestión. Habrá mucho para hacer entre el 31 de julio y el 11 de diciembre, pero lo haré desde el ministerio.
- ¿Y si la Presidenta gana las elecciones y le pide que siga siendo su ministro de Trabajo?
- Preferiría que no llegara ese día. [risas]. Finalmente voy a hacer lo que diga la Presidenta, pero estoy muy entusiasmado con la idea de someterme a la voluntad popular, me genera una adrenalina especial y eso implica responder a esa voluntad.
La última pregunta es al ministro. ¿Cómo piensan manejar el malestar que el armado de listas generó en la CGT y entre algunos intendentes?
- Es que se parte de un diagnóstico que no comparto. Se pretende dar una envergadura al tema que en realidad no tiene.
- Pero el malestar existe
- Sí, pudo haber existido un malestar individual como existe siempre ante un cierre de listas y más en una fuerza de la amplitud y diversidad como es el Frente para la Victoria.
- En este caso hubo un pronunciamiento público de Moyano.
- ¿Diciendo qué?
- Que los trabajadores no están sólo para votar y movilizarse a los actos. Incluso amenazó con "encauzar" el voto de los trabajadores.
- Es un concepto que Moyano repite permanentemente. El movimiento obrero expresó su deseo de que Cristina fuera reelecta en virtud de lo que este gobierno significó en términos de derechos de los trabajadores. Esto fue ratificado en todas las declaraciones, tanto individuales como colectivas. Incluso alguno que manifestó algún tipo de molestia o crítica termina diciendo que orgánicamente la CGT sigue acompañando al proyecto y quiere que Cristina siga siendo presidenta.
Fuente: La Nación /AGP
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